Medios Inteligente – Todo lo que es Justo
Esta es la tercera entrega de nuestra serie, mirando lo que escogemos consumir a través del lente de Filipenses 4:8. Nuestros dos artículos anteriores le echaron un vistazo a lo verdadero y honesto. Esta vez veremos lo que es justo.
La definición griega de “justo” es “inocente” o “santo”. Imagina si todas nuestras decisiones sobre qué consumir fueran “inocentes” o “santas”.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), una de las definiciones para “inocente” que creo que se ajustan mejor aquí es:
- adj. Libre de culpa.
En el mismo diccionario la palabra “santo” significa:
- adj. Perfecto y libre de toda culpa.
…
- adj. Dicho de una persona: De especial virtud y ejemplo.
- adj. Dicho de una cosa: Que está especialmente dedicada o consagrada a Dios.
Ambas definiciones nos hablan de cosas nobles. Nuestras mentes deben ser cuidadosas con lo que dejan entrar. Al fin y al cabo, lo que vemos en el mundo físico afecta también nuestra percepción espiritual. Lucas 11:34 es claro en este punto:
Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad.
Somos transformados día a día por lo que contemplamos. ¿Estamos contemplando aquellas cosas que son verdaderas, honestas y justas?
Es fácil ver que la mayor parte del mundo ha sido “entregada a una mente reprobada”. Casi diariamente sucede una tragedia y la culpa parece ser de la influencia de aquello que ocupa nuestras mentes. Sin ir más lejos, la semana pasada una pequeña de 12 años fue apuñalada 19 veces, según parece, para complacer a Slenderman.
La tentación del jardín del Edén es puesta frente a nosotros hoy: el “conocimiento del bien y del mal”. No fuimos hechos para conocer el mal, sólo el bien.
La caída no se trató simplemente de mirar o contemplar esa fruta. Consistió, más bien, en internalizar mentalmente los argumentos allí presentados. La fruta simplemente fue el atractivo visual. El verdadero anzuelo fue el obtener un conocimiento que Eva pensó necesitar.
Aquí tienes un desafío práctico: Ya sea que estés luchando con estas cosas o no, lee Mateo 27:24-54 cada día. Deja que esas imágenes hablen a tu mente. Es un cuadro de Jesús que transformará tu apetito espiritual y hará que tengas sed por aquellas cosas que son justas y santas.